miércoles, 28 de octubre de 2009

Sucia.

Bath by Doigtdoigt © from Deviantart


Camina por el pasillo con los pies descalzos,llena de pena.

Sólo sabe dos cosas...
La primera es que se ha equivocado.
La segunda es que lo siente.

Y nada más.

Entra en el baño y abre el grifo de la ducha,el agua empieza a caer. Se mira al espejo y se ve más impura que nunca,irreconocible,pero es ella,al fin y al cabo. Empieza a llorar de rabia mientras mira su reflejo fijamente a los ojos,como si fuera otra persona,pero no ella,ella no,tiene que ser otra la que comete esa clase de errores.Ella no es así,ella es buena,está enamorada,perdidamente.No haría eso,ella no.Sólo pretende hacer feliz...Pero algo siempre falla,siempre sale mal,siempre se tuerce,cae,se rompe...

-Se rompe...-Se dice para sí mientras un par de lágrimas empiezan a rodar por sus mejillas.

Se desviste y se mete en la ducha.Se moja el pelo,la inmensa melena que le cae por la espalda,haciendo cosquillas en su cintura,pegada a la piel.Su pobre maquillaje se corre con el agua,formando dos lágrimas demasiado oscuras que caen por su cara.

-Sucia,maldita sea,estoy sucia.

Y así es como se siente.Sucia,más sucia que nunca.Pero por mucho que frote su piel,esta suciedad va por dentro,y es muy dolorosa.Es de las que arañan el alma y gritan por dentro,resonando en cada recoveco del cuerpo.Y llora más fuerte,y grita,y todo se disimula con el ruido del agua que cae a sus pies.Y frota tan fuerte que casi sangra,y cae,cae,cae...de rodillas sobre el pie de ducha...Sucia,dolorida,pequeña,destrozada.

Sale del baño como un fantasma demasiado cansado de vagar sin ningún propósito,sin sueños y sin destino alguno.Cruza la puerta de su habitación y sin mirar por donde va,deja caer la toalla al suelo.Desnuda,sobre la cama,Astrid ve girar el techo,sabiendo que aún no está libre de culpa...

-Todo va por dentro...todo...

Y se queda dormida,profundamente.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Gracias :)

Entrada especial.


Hoy me he dado cuenta de que ya acumulo a varias personitas que me siguen y sé de otras tantas que me leen,además de 316 visitas.

Escribo esta entrada para agradeceros el apoyo y los comentarios,sin vosotros no habría inspiración para mí ni tendría sentido seguir escribiendo las historias :)

Ya sabéis que podéis opinar sobre lo que os parecen y se aceptan ideas de todo tipo tanto como para los personajes como para la trama.

¡Muchísimas gracias a todos!

Un abrazo.


Zoe Bastard ©

martes, 13 de octubre de 2009

La Pecera III

Un ruido gutural empezó a oírse desde la primera puerta a la izquierda, e inmediatamente inundó el desolado patio de una vida latente y angustiosa. Los peces miraron sin poder pestañear hacia allí, viendo como la tabla desconchada que en su tiempo fue puerta se iba abriendo. de la oscuridad salió un gato con el pelo casi anaranjado y los ojos dulces.

Los peces chillaron pues el Enemigo se les mostraba ahora en su avatar más terrible.
Corría hacia ellos con una sonrisa felina, y los peces cerraron los ojos, y sintieron el pelo suave frotar las escamas de sus piernas.

El gato volvió a sonreír. Era más pequeño de lo que recordaban. Mucho más pequeño

-Parece que la superficie cóncava de la pecera hacía que las cosas parecieran más grandes y horrorosas- dijo el segundo pez, escupió a la pobredumbre un trozo de cristal.

-Pues empecemos por esa puerta- dijo el primer pez. Después de esto no creo que nos aguarden cosas mucho peores.

Lo cierto es que cada vez entendían menos, pero eso en cierta manera les animaba. El primer pez creyó durante un segundo oír algo moverse de forma convulsa entre las pocas macetas de plantas raquíticas muertas de sol, y al girarse vio una sombra con forma humana que no supo identificar,correr agitadamente por entre la tierra sucia y meterse por una de las puertas. Un muro pareció tambalear. Un cuervo soñado se posó encima de una columna. Se escuchó a sus espaldas el inequívoco chasquido de una cámara de fotos. se empezó a sentir súbitamente asqueado en ese patio absurdo y se encaminó hacia la puerta para abrirla de golpe

El gato los había seguido y sonrió de asombro a lo que había dentro.

lunes, 12 de octubre de 2009

Ella.


Astrid era una chica extraña.
Siempre lo había sido.

Frágil,pálida,caminaba como si flotase por encima del suelo.Con una melena rubia imponente que le servía de manto para el Invierno.Una cara de muñeca con unos ojos enormes que llamaban la atención de cualquiera,y un cuerpo demasiado débil para una mente tan fuerte.

Tenía miedo.Porque toda su vida parecía ser perfecta y ella no encajaba en eso.No era capaz de sentirse normal en el típico ambiente,con las típicas personas...Porque ella era diferente,pero nunca nadie se lo había dicho...Ya sabéis,típica chica en típico lugar con la típica vida...y de atípicas costumbres.Crear,mirar las luces desde la azotea por la noche,mancharse las manos de pintura,sonreír,hacer felices a los demás.Ella sabía que una sonrisa puede cambiar el transcurso de un día gris,sabía que podía cambiar la perspectiva de muchas personas si se lo proponía...Pero ya no tenía fuerzas.se le habían ido agotando poco a poco...pero no se lo dijo a nadie.

Su corazón no podía seguir su ritmo con normalidad.
Sólo tenía 17 años y su cuerpo no podía más...
Pero mientras su mente siguiera teniendo buenas ideas,mientras su alma de artista perdida en un mundo inexplorado ,pudiera seguir inspirándose...merecía la pena vivir.

Despertaba cada mañana envuelta en sábanas blancas,la luz de un nuevo día se filtraba por las rendijas de la persiana...se incorporaba tímidamente y miraba a su alrededor.Aún estaba allí.No se había ido con la oscuridad de la noche.Tenía un día más.Se lo regalaba la vida y la suerte...Un día más.Sabía que en cualquier abrir y cerrar de ojos podría no volver a despertarse...Por eso había decidido no volver a dormir.

Todas las noches se preparaba un termo de café.Lo tomaba absurdamente mitad café mitad leche condensada en una taza.Café dulce.Justamente lo que ella creía que le faltaba,dulzura.Pero los demás siempre decían que no.Quizás ella era como esos cafés...mitad dulzura,mitad amargura.Desde luego era igual de excitante.¿Quién sabe?.Con su termo lleno de café,sus pinturas,sus miles de bolígrafos y lápices tirados por los suelos de la habitación,los cuadernos y un montón de papeles y de hojas ya escritas pasaba las noches en vela,para poder dormir de día...Y vivir de noche.Así era ella,extraña y decidida.A veces,sólo a veces,a las 7 de la mañana,se colocaba una enorme sudadera gris encima,y subía a la azotea...a observar cómo la oscuridad cesaba poco a poco,dejando paso a la luz anaranjada de un nuevo amanecer.Y no había nada más...

Sus días pasaban rápidamente por delante de sus ojos,y esa rapidez la ponía enferma.¿Cómo podían pasar de esa manera las vidas humanas?.En algunos momentos se sorprendía pensando en cuánta gente moría y nacía en un sólo minuto en todo el mundo...Y eso la enturbiaba tremendamente.Uno de esos minutos,cualquiera,podría ser ella la que sufriera tan drástico cambio.Aún así intentaba ser feliz...aunque no fuese nada fácil.Todos tenemos problemas,ella no iba a ser menos...

Y transcurría todo como cualquier vida normal sin levantar sospecha alguna.
Una chica extraña...sin nada por lo que luchar.Tan sólo por vivir...pero...si estaba sola,¿merecía la pena vivir para ir consumiéndose año tras año en soledad?...¿Realmente merecía la pena luchar por toda aquella parafernalia imaginaria que la mantenía viva un día más?...

¿Acaso merece la pena vivir cuando no vives por ni para nadie más que por tí mismo?...










Aún sigo preguntándomelo...









Hola a todos,me llamo Astrid,y tengo 17 años.

jueves, 8 de octubre de 2009

Ley de vida.

The artist by Captain Laserpants © From Deviantart (I love this boy)


Suena a distancias intangibles.
Las notas suben por la columna vertebral y llegan al oído como un susurro estremecedor.
Él no toca el violoncello,él lo siente,lo acaricia,le hace el amor en cada pieza que saca de él.
Es como una mujer,o incluso más perfecto aún.Sus curvas son una perdición.
Suena tan bien,le hace sentir tan maravillosamente feliz...
Es lo único que puede sacar su verdadera esencia,sin aditivos.

Está sentado en una silla alta,de madera.
Abrazado al violoncello,sublime e imponente como un emperador en su trono.
Los ojos cerrados.Mechones de pelo caen por delante de su cara y el resto,hace cosquillas en su espalda.La piel blanca se confunde con la madera perfecta del instrumento.
Y no deja de sonar ni un sólo instante...en cada silencio deseas que continúe,que jamás se detenga ese concierto improvisado en la sombra de una tarde de invierno escandinavo...

Pasan las horas y el cellista se levanta de su trono.
Echa un último vistazo a su gran amante sonoro y le dedica una sonrisa de satisfacción.
Avanza por el pasillo con los pies descalzos,la tarima ni siquiera cruje a su paso,es como un ángel,no camina,flota a ras del suelo en cada pisada.Entra en el baño.
Abre el armario pequeño y saca un pequeño bote marrón translúcido con la tapa blanca.
Lo observa detenidamente.Se mira al espejo.Pasa unos minutos examinando la cicatriz de su pecho,coloca la mano sobre ella.Respira profundamente.

Abre el bote de pastillas.Se toma una.Agacha la cabeza y bebe agua directamente del grifo para que al tragarla sea menos molesto...o menos doloroso.Levanta la cabeza y vuelve a posar sus ojos sobre el espejo.Blanco como el mármol.Ojos oscuros,grandes y profundos,llenos de lágrimas amargas de rabia e impotencia.Aprieta fuertemente el bote de pastillas,como queriendo romperlo en mil pedazos.Un par de lágrimas escapan de lo más hondo de su ser.Un par,una por cada ojo,ni una más,ni una menos.

-Vosotras no me hacéis seguir viviendo,hijas de puta...vosotras no.


Kaleb Van Dijk, 25 años.
Enfermo del corazón.